Atención

Cuando alguien que me interesa me habla, intento verle a los ojos. 
Quiero comprender viendo detrás de sus pupilas como sale cada cosa que me quiere decir.


Pero de pronto ya estoy pensando en la manera que mueve sus ojos, y en el hecho de que lo estoy haciendo, en si eso le hará sentir incomodo, en como ve detrás de mi, en como ve al suelo, al techo, en como brillan sus ojos, en el trabajo que me cuesta fluir con los demás y en lo fácil que puedo hacerlo cuando me olvido de eso mismo.

Cuando regreso a la conversación, ya me perdí el 50% de lo que me dijo.

Lo bueno es caro

Mi problema es que no sé llegar al estado óptimo
espero de alguna manera, llegar a un estado de balance y estabilidad
pero cuando me siento en el, me odio a mí mismo
por conformista, por que mi orgullo me dice que puedo hacer algo más.

pienso en lo que mi lado analítico quiere
y cuando lo sigo, pienso en como mi lado creativo se siente atrapado,
hay una persona que me hizo recordar lo feliz que puede ser mi lado creativo,
pero mi lado analítico me hace darme cuenta de como la aprisiono.

De alguna manera me siento mas inspirado cuando estoy deprimido,
eso me hace tener una especie de felicidad-melancolía.
Un gusto culposo por estar triste,
si tuviera que describirlo con algo gráfico, sería como la manía de cuando niño por arrancarme las costras.

La libertad es tan buena como mala, creo.
Un vagabundo es tan libre por no tener casa, comida, ni dinero,
y tan prisionero de sí mismo cuando necesita un abrigo.

Tal vez es solo mi manía por arrancar costras...

Lo bueno es caro.

Pájaros muertos